El creía que seria un martes cualquiera, como todos los martes pasados y los martes que vendrán. Su día comenzo plácidamente despertándose al son del despertador, camino del trabajo el pensó que habría estado bien el haber ido, pero solo estaba claro de que no, después de trabajar bajo hacia la ciudad, esperando que llegase la hora de marchar para llegar a casa y descansar un poco.
Mientras preparaba su comida, sonó su teléfono:
-¿Si?
-Soy yo, cambie de opinión, si que me apetece.
-Genial, ya veras que bien nos lo pasamos.
-¿Como quedamos?, ¿en tu casa o en la mía?
-Mejor en la tuya que en la mía hay mas gente.
-Oks, ¿y de lo otro que hacemos?, ¿a que hora es al final?
-Supongo que sobre las 11, pero cuando sepa algo mas te aviso.
-Vale, luego nos vemos!
- Hasta luego!
Su mente empezó a imaginarse como seria todo aquello, las ganas que tenia de hacerlo, pero que al final nunca podía, pero eso iba a terminar, esa noche finalmente lo conseguiría. Las horas pasaban lentas, hasta que llego el momento de quedar con la otra persona, se pusieron a hablar de como estaria y que tal se lo pasarian mientras cenaban y veian un deporte en el televisor de su casa. despues de cenar sono la risa de un bebe, habia llegado la hora, 2 personas les vinieron a buscar y se fueron.
Cuando llegaron no sabian a donde ir, era la 1ºvez que estaban alli, finalmente encontraron lo que andaban buscando, multitud de gente agrupada esperaba que llegase la hora de que empezara todo aquello. Con un ligero gesto de cabeza indicaron a las otras 2 personas, llevaban en las manos unas pocimas oscuras, con infinidad de burbujas, a partir de la 2º pocima todo parecia mas divertido, la gente mas amable y con ganas de pasarlo bien.
Mientras hablabamos en grupo una multitud de gente se avalanzo hacia delante intentando llegar a ellos, las luces se apagaron y por fin empezo todo, una noche que tardaremos tiempo en olvidar.
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